jueves, 26 de mayo de 2016

La Puerta de Madera


Era su primer día, y estaba llegando bastante temprano, así que decidió quedarse un ratito en la plaza del frente de la casa donde iba a trabajar como profesor particular de una jovencita ricachona del barrio de Monserrat que, justo ese año, había decidido llevarse siete materias por un mal de amores. Cuando la hora llegó, se acercó al edificio, comenzó a subir los pisos, y se detuvo frente a una puerta de madera de casi el doble de su estatura, con unas fuerzas impensadas golpeó la puerta, ésta era las más fuerte que alguna vez había golpeado. La patrona, una cincuentona de aproximadamente un metro setenta, muy simpática, de inflados rulos dorados, lo recibió con una cálida sonrisa, le preguntó cómo andaba y qué tal le fue en el viaje.Al entrar, quedó atónito, era una casa gigante, muy bien iluminada gracias a unos ventanales que daban hacia el Congreso de la Nación y, por sobre todo, estaba súper limpia. La casa, al estar ubicada en el último piso, poseía una mini-torre de cuatro pisos la cual finalizaba con una hermosa cúpula, la misma patrona fue quien le preguntó si deseaba conocerla, pero él respondió:


-No, gracias, solo deseo comenzar la clase que vine a darle a su hija, sé que son muchos contenidos.

-No te preocupes por eso todavía, la niña recién se levanta de dormir y tiene que asearse, si quieres, puedes subir un rato, ella no tardará, pero eso sí, ten cuidado que los escalones pueden ser resbaladizos. Le respondió la señora de la casa.

Asintió sin dudarlo, y comenzó a subir los peldaños de la escalera caracol que tenía por delante con mucho cuidado, al llegar al primer piso ya estaba maravillado por la vista que una pequeña ventana ofrecía, consumido por el deseo de llegar hasta la cúpula, subió el resto de los escalones a los saltos, estaba por legar al final de las escaleras cuando se resbaló y casi se cae, pero llegó a aferrarse de la barandilla y el descuido no pasó a mayores, terminó de subir la distancia que le faltaba para poder disfrutar de la vista que la cúpula le ofrecería, cuando divisó en lugar de un ventanal, una puerta de madera oscura, del mismo tamaño que la de la entrada de la casa, estaba por golpear cuando ésta se abrió de un tirón y del otro lado apareció la patrona.

La señora lo recibió con la misma sonrisa cálida de la vez anterior, él estaba muy confundido, antes que la patrona cerrara la puerta miró hacia afuera, pero no había tal escalera caracol por la cual había subido, más bien estaban las escaleras del edificio. La señora le hizo las mismas preguntas y antes de responderle notó algo extraño en ella, su sonrisa mostraba unas leves arrugas en sus esquinas, estaba más vieja, como unos diez años más anciana.La patrona le preguntó si querría subir a mirar la cúpula, pero estaba tan perplejo que sólo atinó a negar con la cabeza, aun así la señora lo empujó con su brazo hacia las escaleras y luego de advertirle lo resbaladizas que éstas podrían ser, lo animó a subir. Comenzó a escalar la escalera, con una leve duda en su memoria y al llegar al final, se encontró de nuevo con aquella puerta, estaba por bajar cuando la puerta se abrió sola y apareció la dueña de la casa para darle la bienvenida, volvió a mirar hacia la escalera caracol pero ésta ya no estaba, en su lugar estaban otra vez, las escaleras del edificio, una vez más entró confundido a la casa mientras que la señora le realizaba las mismas preguntas, “cómo estaba y qué tal el viaje”, a pesar de no querer prestarle atención, pudo notar cómo las arrugas de su cálida sonrisa, se asimilaban a las que tenía al costado de sus ojos, era muy fácil de ver que había envejecido otros diez años, ahora debería tener unos setenta años si su intuición no le fallaba.Terminó de hacer sus cuentas cuando comenzó a sentir el brazo de la patrona empujándolo hacia las escaleras, esta vez no dijo que no, apartó el brazo de la señora y comenzó a subir las escaleras a toda prisa, nada más que al llegar a la puertano esperó a que alguien le abriera, sino que él mismo se mandó, y al abrir la puerta se encontró con la misma señora y su cálida sonrisa, mirándolo fijamente a los ojos, cuando ella le estaba por tomar de la mano, él no esperó y se lanzó en una corrida hacia la escalera, trepándola de a cuatro peldañosy a toda prisa. 

Esta vez, al llegar arriba, estaba por abrir la puerta cuando se le ocurrió volver a bajar la escalera caracol, pero cuando se dio la vuelta, se encontraba nuevamente con las escaleras del edificio, aun así decidió bajar por la misma a toda prisa, pero había algo más, las escaleras no terminaban nunca, había bajado casi quince pisos, estaba bastante cansado y el tan sólo hecho de pensar que tenía que volver a subir todos esos pisos lo cansaba más.Pero algo increíble pasó, apenas tuvo que subir un piso para llegar al final de la escalera, osea, al final del edificio, se acercó a la inmensa puerta de madera con mucha lentitud mientras ésta era abierta lentamente por la patrona, quien, esta vez, ya no mostraba sólo su cálida sonrisa,sino que se le notaban muchas más arrugas en el contorno de su boca, tenía las mejillas caídas al igual que las bolsas de sus ojos, además su pelo ya no era dorado y con gran volumen, sino que ahora parecía tenerlo lacio y de color tan blanco como lanieve, claramente estaba viendo a una señora de más de noventa años. Pegó un grito que aturdió a la señora y una vez más comenzó a subir las escaleras desesperado y muy asustado, al llegar al último peldaño se resbaló golpeándose la tibia contra el borde de la escalera, y automáticamente se estremeció sobre el piso para gritar del dolor, sosteniéndose la pierna giró sobre sí varias veces y las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.Su dolor no se fue naturalmente, sino que fue olvidado y ocupado por el hecho de que la gigantesca puerta de madera, a pesar de su llanto y el golpe, seguía cerrada. “¿La patrona no habrá escuchado mis gritos de dolor?”, se preguntaba. Se paró rápidamente y apoyó todo el peso de su cuerpo en la pierna que no le dolía, se acercó y golpeó la puerta de madera, pero nadie abrió, entonces empujó cuidadosamente la puerta y en medio de la oscuridad la vio a ella, tirada en el piso, con la boca hacia arriba. Se acercó rápidamente y levantó su cabeza, ya no parecía una persona, se le notaban todos los huesos y sus pulmones ya no se llenaban de aire, estaba muerta. Él no pudo contener el llanto, estaba muy asustado, se sentía solo y perdido, no tenía ni idea de lo que había ocurrido.

Se quedó ahí sentado, en medio de la nada, el sol comenzó a ocultarse y la sala a oscurecerse, no sabía qué hacer y el sueño lo comenzó a inundar lentamente. Se quedó dormido. En su sueño, estaba él, desesperado subiendo unas escaleras en espiral a toda prisa, estaba muy agitado y cada vez le faltaba más el aire, su velocidad se fue tornando cada vez más lenta, hacía mucho esfuerzo pero su cuerpo no le permitía ir más rápido, tampoco podía respirar, parecía que subía las escaleras en cámara lenta, y cuando ya parecía que no podía más, sus ojos comenzaron a cerrarse y se desmayó. Su cuerpo giró hacia la barandilla con la cual chocó, y se precipitó al precipicio de la escalera. Caía a gran velocidad, comenzó a respirar y se despertó, se vio cayendo hacia la nada y cuando divisó el suelo a lo lejos, comenzó a gritar, no faltaba nada, en ese momento se dio cuenta de que no había nada que hacer, miró hacia arriba, y mientras recordaba el horrible día vivido, se dejó caer. Al golpear con el suelo, se despertó exaltado, se estaba poniendo de pie cuando un hombre vestido de enfermero lo detuvo y le dijo que se volviera a acostar, miró hacia su alrededor y muy confundido divisó a la patrona sentada a su lado en el interior de lo que parecía ser una ambulancia, mareado, se volvió a desmayar.

Cuando despertó se encontraba en una habitación de hospital, su madre estaba a su lado y lo abrazó fuertemente, luego escuchó muy atento lo que había sucedido. La madre le explicó que había sufrido un accidente, cuando estaba por llegar al final de esa escalera de caracol en la casa de la patrona, se resbaló, no llegó a agarrarse del barandal y se cayó hacia atrás, girando por las escaleras por casi tres pisos, a causa de los golpes había sufrido graves lesiones en diferentes partes de su cuerpo y se le habían formado coágulos de sangre en la cabeza, los cuales gracias al doctor, se pudieron solucionar a tiempo. Conmocionado y completamente atónito se quedó en la habitación, todo había sido una ilusión, un sueño, con una maldita puerta de madera.

martes, 10 de noviembre de 2015

Reseña de El Hombre Ilustrado

El hombre ilustrado.

Autor: Ray Bradbury


En esta edición de Bradbury, El hombre ilustrado, se cuenta la historia de un viajante que está de vacaciones por el estado de Wisconsi, cuando de repente, se encuentra con un hombre, pero no con cualquier hombre, sino que con el mismísimo "hombre ilustrado", conocido como alguien que trabajaba en la primer feria que lo contrate, pero más que nada, conocido porque tenía todo el cuerpo tatuado, hasta las palmas de las manos las tenía ilustradas, y no con un simple dibujo. Cuando el hombre acepta la invitación del viajante para quedarse a dormir, le muestra cómo cada una de sus ilustraciones cobran vida mágicamente y, empiezan a relatar una historia completamente diferente donde se combinan el realismo mágico, la ficción, el pasado y el futuro en cada una de las ilustraciones, con praderas virtuales, astronautas, cohetes y extraterrestres. Es un libro muy fácil de leer y comprender, ya que con cada historia el libro te atrapa más y más, que hasta no te dan ganas de parar de leerlo hasta terminarlo

domingo, 2 de agosto de 2015

Autobiografía Comunicacional


  • Preguntas:

  1.  ¿En que año naciste?
  2. ¿Cómo te divertías de chica/o?
  3. ¿Tenías radio? ¿Qué escuchabas? ¿Y ahora?
  4. ¿Cuándo fue que tuviste tu primera TV? ¿En qué año?
  5. ¿Tenías acceso al diario? ¿Cuáles leías? ¿Y revistas?
  6. ¿Cuál fue la primera película que viste en el cine?
  7. ¿Cómo era el cine en esa época?


  • Respuestas:


Mi abuela Norma(De parte de mi mamá):

  1. "Nací en 1950, con el peronismo al mando del gobierno, aunque no duró mucho más, cuando tenía 5 años ocurrió el golpe de estado de Uriburu, mis padres no estaba tan interesados en la política, vivieron en el campo la mayor parte de su vida, lo único que les preocupaba era que los animales no se les escaparan de los corrales ni de los límites de su propiedad, ya que estando afuera cualquier otro podía agarrarlo y comérselo."
  2. "A mi me gustaba mucho treparme a los árboles que estaban cerca de mi casa, caminar en los charcos que dejaba la lluvia y hacer muñecas de tela, jugar con los cabritos y acariciar la lana suave de las ovejas, les ponía nombre y jugaba a que eran mis hijas, también me gustaba mucho cuando nos juntábamos con los vecinos a comer unos chanchitos, corderitos o algunas vacas también, lo malo era que para llegar a la otra casa había que caminar mucho, casi 3 km, porque los sulquis llegaron cuando era mas joven".
  3. "Sí, tenía una radio a pilas. De día escuchaba la emisora de Santiago del Estero y Tucumán, y de noche la de Buenos Aires y Chile, también escuchaba la "Radio Mundo", la prendíamos y nos pasábamos horas escuchándola, aveces pasaban cosas interesantes y otras muy importantes, como cuando falleció Evita Perón, yo no me acuerdo pero mis padres me hablaron varias veces de eso. Ahora escucho la 92.4 "La predicadora" y la 88.1 "Radio Gospel", acá hay muchas emisoras más, pero escucho estas porque me gusta, su música, lo que se habla, son noticias sólo bueno, por eso en la "Radio Gospel", cuando se anuncia dicen "_:La radio de las buenas noticias".".
  4. "En 1970 compré una televisión en la cual se veía en blanco y negro, y miraba mucho "El Chavo" y "Los Tres Chiflados", nos matábamos de risa con mis hermanos, o con tu abuelo, depende con quién esté, pero lo más complicado era posicionar bien la antena para que agarren la mayor cantidad de canales posibles aunque apenas habían unos doce canales, pero mientras tu abuelo mirara boxeo los sábados en la noche, y yo "El Chavo" y "Los Tres Chiflados" los días restantes, estábamos felices".
  5. "Algunas veces leía el diario "Clarín", o "La Nación", en realidad no me gustaba mucho leer, de eso se encargaban más los hombres, va no es que se encargaban sino que les interesaba mas, política y muchos policiales, lo que si me gustaba leer eran las revistas de tejer, tu abuelo me compraba una cada vez que compraba el diario con  tal de que yo le tejiera algo, le solía tejer chalecos, apoya pavas, y medias de invierno, ahora ya no tejo como antes, me gusta más pintar y hacer decoraciones, pero muy de vez en cuando tejo algo, para vos y tus hermanas".
  6. "La primer película que fui a ver no me acuerdo bien cuál era, pero habrá sido alguna de Pablito Ruiz, no iba mucho al cine, y ahora tampoco voy, hace mucho que no me invitan al cine, porque sola no da para ir, es un lugar muy lindo para disfrutar de a mas de a dos, al menos que bueno la película fuera de acción o de terror, cosas que de a uno se puede disfrutar, pero yo prefiero ir acompañada a ver una romántica con tu abuelo, o una chistosa o de dibujitos con ustedes".
  7. "En mi época los cines eran como ahora, con la pantalla gigante, lo que sí cambiaba era que cada uno tenía que llevar su butaca, por eso casi no te daba ni ganas de ir, tener que caminar muchas cuadras con una silla a cuestas cansaba y si encima le película era horrible, después te daba más bronca cuando regresabas y tenías ganas de tirar la silla y dejarla ahí tirada a un costado del camino, pero bueno, te la tenías que aguantar y volver a tu casa con la silla sana y salva, ahora si la película estaba muy buena, volvías hablando o reflexionando de que tan buena estaba la película, entonces la silla pasaba de apercibida y te daba mas ganas de volver cuando se estrenara otra película".
Mi mamá Paula:

  1. "Nací en 1976, mi madre tenía 26 años y estábamos recién llegados a la ciudad de Buenos Aires, pero muy bien instalados. Mi padre ya tenía su propio terreno, y ahora faltaba empezar a construir y en tan solo un año, con la ayuda de mis tíos y primos, mi padre pudo levantar su casa y la de su primo como buenos vecinos que todabía siguen siendo."
  2. "Me gustaba mucho jugar a "la familia", yo era la mamá, un peluche gigantesco que tenía era el papá y mis muñecas eran mis hijas, hasta que nacieron tus tíos y empezaron a ser ellos mis hijos, también bailábamos con la música de la radio o hacíamos gimnasia artística sobre el colchón, corríamos y nos trepábamos en los árboles o andábamos en bici. Los días de lluvia jugábamos con los juegos de masa que nos traía mi primo que vivía en la capital, el siempre nos traía los últimos juguetes, si salía alguno nuevo a la venta, a los dos días ya los tenía, y el fin de semana venía a mi casa para compartirlo con nosotros."
  3. "Yo escuchaba cassettes de Pablito Ruiz, me encantaban, los bailábamos con mis mis hermanos y hermana, mientras jugábamos a que estábamos en un concurso de baile, después mi ídolo pasó a ser de Pablito Ruiz a Alejandro Sanz, me encantaban sus canciones y él también, como toda adolescente obviamente, con mis amigas comprábamos sus pósters y los pegábamos en los techos de nuestras piezas, para poder verlos cuando nos acostábamos a dormir y así soñar con él, además cuando nos invitábamos a nuestras casar con mis amigas nos acostábamos en el piso para ver los pósters que tenía cada una y soñar un ratito despiertas mientras escuchábamos sus casettes y sus cds, recuerdo que yo tenía todos los cds de él. Ahora escucho la 99.9, más conocida como "La 100" y la 88.1 llamada "Radio Góspel"".
  4. "De nacimiento yo ya tuve una televisión y veía Heidi, Tom y Jerry, Mazinger Z o el noticiero. Mi favorito era Heidi, la nenita que vivía con su abuelo y sus cabritos en las montañas, cuando era chiquita siempre decía que cuando sea grande iba a vivir en las montañas e iba a tener muchos cabritos y que si tenía una hija se iba a llamar Heidi, y si tenía un hijo lo iba a llamar Pedro, como el mejor amigo de Heidi en la serie. Otra cosa que también se veía mucho pero que le gustaba mas a los hombres, era la lucha libre donde estaban unos peleadores muy reconocidos en esos momentos, como "La Mosca" y "La Momia", estas peleas se pasaban por la tele los sábados en la mañana y el lunes todos chicos venían al colegio haciéndose los fuertes y haciendo que peleaban como ellos para impresionar a las chicas, pero sinceramente a mi no me movían ni un pelo.".
  5. "Yo tenía acceso pero no leía el diario, para mí, era sumamente aburrido, por ahí leía las historietas, pero algunas no las entendía y otras sí, lo que si me encantaba era leer varios cuentos y fábulas, me gustaban mucho las historias y hasta a veces yo les cambiaba el final e inventaba otro, me gustaban mucho las princesas, esas que al principio eran personas normales y después se convertían en princesas. Una de las historietas que mas leía en los diarios era la de Mafalda, que también empecé a leer cuando mi papá me empezó a comprar sus libros que venían en varios tomos."
  6. "La primer película que fui a ver al cine, fue con mi primo que vivía en la capital, mis hermanos y mi tía, recuerdo que a pesar de ser un día lluvioso, mi tía viajó en colectivo con mi primo desde la capital hasta Laferrere y fuimos a ver el estreno de la película de Mafalda, había mucha gente a pesar de las condiciones climáticas y el cine se llenó, recuerdo que varias veces tuvieron que pedir silencio y que a pesar de los murmullos que igual seguían, pudimos disfrutar de la película que me gustó mas de lo que esperaba."
  7. "Bueno, en mi época ya no era necesario llevar sus propias sillas como en la época de tus abuelos, empezaron a incorporar las butacas que hasta eran mas cómodas que las que uno traía de sus casas y además, las salas eran más grandes y tenían mayor capacidad, aún así las mismas se llenaban cuando alguna película prometía ser buena, siendo una recomendación en los diarios en la sección de los espectáculos o por haber recibido buenos comentarios en los noticieros cuando mostraban su estreno en los Estados Unidos. Me gustaba mucho ir al cine y es una actividad perfecta para los días lluviosos, una actividad que cuando puedo hago actualmente junto a mis hijos."

Experiencia personal:

  1. Nací en 1998, en el hospital de niños de San Justo, en la provincia de Buenos Aires. Mis padres eran jóvenes, con 23 años mi mamá cursaba un curso de peluquería en un salón muy reconocido, y mi papá, con la misma edad, estaba recién ingresado al ejército argentino. Viví con mis abuelos, hasta que tuve un año cuando nos mudamos a la ciudad de Azul, con mis padres, ya que a mi papá le había salido el pase al Regimiento de Tanques N°10, estuvimos siete años ahí, hasta que regresamos a la Ciudad de Buenos Aires.
  2. Desde que fui chico viví en los barrios militares, lugares que estaban repletos de chicos,  osea que no tenías oportunidad de aburrirte nunca, en el edificio donde yo vivía, era el único varón, siempre jugué con mis amigas, y fue así como crecí respetando y conociendo a las mujeres,  me gustaba mucho jugar con ellas, y no jugábamos a las muñequitas, sino que jugábamos a las escondidas, a la mancha, también jugaba a la pelota y me divertía mucho, me trepaba a los árboles y era un capo en el pasamanos.
  3. Tenía una radio muy grande, que todabía la sigo teniendo, escuchábamos la radio de la iglesia, aunque la mayoría de las veces mi mamá ponía música de Alejandor Sanz, David Bisbal, y Chayanne, para limpiar la casa con la mejor de las energías. Ella siempre supo hacer divertido las actividades aburridas, hasta cuando tenía que estudiar siempre me enseñaba métodos para que el aprendizaje sea más fácil.
  4. Yo cuando nací, mis padres ya tenían una televisión que se habían traído de la casa de mis abuelos, así que nací viendo la tele, aunque la mirara muy pocas veces, porque siempre estaba jugando, o escuchando música y bailando con mi madre, o también estaba haciendo la tarea, pero lo que si era fijo, y un clásico, era sentarnos a cenar con mi mamá temprano, porque mi papá trabajaba todo el día casi todos lo días, y  ver la película animada que comenzaba en el canal de Disney a las ocho de la noche, y cuando terminaba, cerca de las nueve y media, y me iba a dormir, súper temprano comparado al horario en el que me acuesto ahora. También me encantaba ver los Power Rangers, Los Looney Toons, y la Pantera Rosa.
  5. La verdad que si tenía acceso al diario, pero como en mi familia no lo compraban, yo no lo leía, muy pocas veces cuando visitaba a mis abuelos lo leía pero era muy raro porque ahí aprovechaba a jugar con mi prima, y a ser malcriado por mis abuelos. No leí los diarios, pero si me encantaba mucho que me lean los cuentos, y como muchas veces mis padres no podían por estar muy cansados, no me quedó otra que aprender a leer, y una vez que lo hice, me leía todos los cuentos que tenía, y una vez de haberlos leído, me intercambiaba con mis amigas algunas, ellas me prestaban uno y yo les prestaba otro,y después nos lo devolvíamos.
  6. Una de las primeras películas que fui a ver al cine, era Manuelita, la primera no me acuerdo cuál fue, pero ésta es la que me imagino que vi. Me encantaba  y me encanta ir al cine, lástima que ahora las entradas están más caras ahora, pero es una actividad de la cual disfruto hacer con mi familia y mis amigos.
  7. El cine de Azul donde vivía, era muy lindo, cómodo y grande, aunque tenía una sola sala, osea que se podía ver una película a la vez, recuerdo que siempre a la mitad de la peli, hacían una pausa para que todos podamos ir al baño o a comprar algunas cosas para comer, encima que se armaban unas colas interminables en los baños, muchas veces te faltaba poco para entrara y comenzaba la película, así que tenías que abandonar la fila para poder terminar de ver la peli. Pero después de todo, salías súper alegre de ese lugar.

domingo, 5 de julio de 2015

Mi familia.

Mi Familia.

En esta foto se encuentra mi tío Dona, que es el hermano de mi abuelo de parte de mi mamá, se encuentra en los terrenos donde habían empezado a construir sus propias casas, la suya y la de mis abuelos, con la simple experiencia que traían desde el campo. Ellos vinieron desde Santiago del Estero en busca de trabajo, y se instalaron en el partido de La Matanza, Laferrere, donde viven actualmente. Mi abuelo construyó su peluquería a lado de su casa con la cual trabaja hasta la actualidad, y mi abuela un quiosco construido por mi abuelo también, el cual ahora es un galpón que alquilan para tener un ingreso extra.



En esta foto se encuentran mis abuelos en su casamiento por registro civil, mi abuelo se llama Cerapio y mi abuela Norma, están ubicados en el centro de la foto.

De la izquierda a la derecha se encuentra primero la tía de mi mamá Juana que acompaño a mis abuelos, sentados firmando los papeles  del casamiento están unos testigos, parados están mis abuelos y el camarógrafo es el tío Raúl de mi mamá.  



   
 En esta foto se encuentran mis tíos, mi madre y una amiga suya, de izquierda a derecha primero se encuentra mi tío Jorge, el 3er hijo de mis abuelos, después está mi mamá, Paula, que es la 2da hija, ella tiene en sus brazos a mi tío Fernando quien fue el 4to y ultimo hijo, al lado se encuentra la amiga de mi madre llamada Gabriela, de la escuela, y por último está mi tía Claudia que fue la primera en nacer. Mis tíos fueron a una escuela privada llamada “Pedro B. Palacios” y, mi madre y mi tía fueron a una escuela de monjas llamada “Madre María Luisa Clarac”, que era sólo de mujeres.






En ésta foto se encuentra mi abuela Teresa y mi papá llamado José, la familia de mi abuela vino desde Europa, desde las tierras de Suiza y Francia, ellos tuvieron que venir hacia Argentina por un problema económico en la cual el país argentino prometía dar muchas oportunidades para una nueva vida, al llegar acá compraron una casa  también en el partido de la Matanza, en el barrio de Laferrere, donde continúan viviendo actualmente. Ella me contaba que mi chosnioabuelo, tuvo que cursar el primer grado de la primaria como cinco veces por no saber hablar en castellano, ella se divorció de mi abuelo verdadero, cuando mi papá era adolescente y mi tía ya había nacido.







En la siguiente imagen se encuentra mi abuela Teresa con mi tía Luján y mi papá. Mi tía es la más chica, la nena que está sonriendo, en esa foto muchos opinan que tiene la misma cara que su hijo del medio llamado Tobías, esa foto fue tomada en el patio de su casa en un anochecer muy caluroso de verano, por eso estaban jugando con agua, ella decía que era  muy común jugar toda la tarde con agua y refrescarse para poder aguantar los días calurosos. Tanto mi tía como mi padre fueron a un colegio público que quedaba a  pocas cuadras de su casa el cual se llamaba “Bernardo Jusaín N°181”




En ésta fotografía están mis abuelos de parte de mi papá, mi abuelo Alberto y mi abuela Teresa. En realidad mi abuela después de varios años de haberse separado se reencontró con Alberto, que a decir verdad  ya se conocían desde su niñez, y ahora se enamoraron y se  transformaron en una pareja. Los padres de mi abuelo también vinieron del campo en busca de trabajo, él ya era adolescente cuando llegó a Bs. As., trabajó como taxista, policía, colectivero, camionero, fue seguridad de Perón durante su presidencia, se inscribió en el ejército argentino para ayudar en la Guerra de las Islas Malvinas a la cual no pudo asistir, y actualmente es electricista matriculado                                                                                        y remisero.






Acá estoy yo como principal atracción e importancia de la foto, había nacido hace pocos meses un Octubre de 1998, y detrás de mí están mis padres. Mi mamá Paula, ya había terminado la secundaria y estaba estudiando para peluquera en un instituto de peluquería llamado “REX”, mi papá José, solamente hizo hasta 3er año y luego trabajó en un verdulería amiga de su familia, luego en Caromar y finalmente se anotó en el ejército, en la escuela Sargento Cabral donde terminó de completar su secundaria. Donde se destacó e ingreso al cuerpo de caballería de las fuerzas armadas, aunque estuvo en el Regimiento de Tanques N°10, en la ciudad de Azul, Buenos Aires. Ellos se conocieron en su adolescencia a través de una amiga que tenían en común.







En esta foto estoy con mis hermanas,  Candelaria es la más grande, tiene 9 años y asiste diariamente a la primaria “N°19 Naciones Unidas”, donde cursó sus tres años de jardín, también realizó ahí primero, segundo y tercer grado, ya que ahora está en cuarto grado. Mi otra hermanita se llama Valentina, y tiene 5 años, asiste al jardín de infantes que se encuentra en la misma primaria de mi hermana y ya el año que sigue comienza primer año. Gracias a Dios mi familia entera sigue con vida, recibimos nuevos familiares y junto a ellos, escribimos nuestra historia, día a día.

martes, 30 de junio de 2015

TP: Química

Preguntas:

1- ¿Qué es una reacción en cadena?

2- ¿Cómo se utiliza en forma práctica?

3- ¿Cuándo y cómo se originó el uso de la energía nuclear en Argentina?

4- ¿Qué condiciones debe reunir una planta nuclear?

5- ¿Qué normas de seguridad son básicas?


Respuestas:

      1_ Una reacción en cadena es cuando se producen múltiples divisiones de núcleos, liberando cada            vez mas y nuevos neutrones que luego dividirán otros núcleos que se encuentren en su                          trayecto.

       2_ En forma práctica esta reacción en cadena se utiliza para obtener mucha energía y producir                 electricidad, o para destruir, en el caso de las bombas atómicas.
    
       3_ El uso de la energía nuclear en Argentina se originó en la época de Perón en los años 1950,                 para poder ayudar con la energía al país y porque se quería poseer esa arma nuclear tan                       poderosa.
    
        4_ Una planta nuclear debe estar posesionada cerca de un río, con un buen mantenimiento de                    refrigeración y debe contar con el uranio suficiente para su labor.

        5_ Las normas básicas son; No se puede utilizar el calzado habitual solamente uno en especial                  que es brindado en las mismas instalaciones; se debe usar un traje especial dependiendo de                  cada zona el cual también es brindado en las instalaciones; no se permite el uso de cualquier                producto tecnológico, a menos que esté permitido por el personal.

Trabajo realizado con Carolina Quiroga, Natasha Garimberti y Daiana Gonzalez.